domingo, 10 de noviembre de 2013

La religión de la isla Española

Hombres y mujeres todos son muy devotos, y guardaban muchas fiestas; cuando el cacique celebraba la festividad de su devoto y principal ídolo, venían al oficio todos. Ataviaban el dios muy garridamente; poníanse los sacerdotes como en coro, junto al rey; y el cacique a la entrada del templo con un atabalejo al lado. Venían los hombres pintados de negro, colorado, azul y otros colores, o enramados y con guirnaldas de flores o plumajes, y caracoles y conchuelas en los brazos y piernas por cascabeles; venían también las mujeres con semejantes sonajas, mas desnudas si eran vírgenes y sin pintura ninguna; si casadas, con solamente unas como bragas; entraban bailando y cantando al son de las conchas. Saludábalos el cacique con el atabal así como llegaban. Entrados en el templo, vomitaban metiéndose un palillo por el garguero, para mostrar al ídolo que no les quedaba cosa mala en el estómago. Sentábanse en cuclillas y rezaban, que parecían abejones, y así andaba un extraño ruido; llegaban entonces otras muchas mujeres con cestillas de tortas en las cabezas, y muchas rosas, flores y yerbas olorosas encima. Rodeaban los que oraban y comenzaban a cantar uno como romance viejo en loor de aquel dios. Levantábanse todos a responder; en acabando el romance, mudaban el tono y decían otro en alabanza del cacique, y así ofrecían el pan al ídolo, hincados de rodillas. Tomábanlo los sacerdotes, bendecíanlo y repartíanlo como nosotros el pan bendito; y con tanto, cesaba la fiesta. Guardaban aquel pan todo el año, y tenían por desdichada la casa que sin él estaba y sujeta a muchos peligros.
Historia de las indias y conquista de México.
López de Gomara

domingo, 3 de noviembre de 2013

Deus pictor

Arte de la pintura
Pablo de Céspedes
Un mundo en breve forma reducido,
propio retrato de la mente eterna,
hizo Dios, que es el hombre, ya escogido
morador de su regia sempiterna;
y l' aura simple de inmortal sentido
inspiró dentro de la mansión interna;
que la exterior parte avive y mueva
los miembros fríos de la imagen nueva.
Vistiólo de una ropa que compuso
en extremo bien hecha y ajustada,
de un color hermosísimo, confuso,
que entre blanco se muestre colorada.
Como si alguno entre azucenas puso
la rosa, en bella confusión mezclada;
o del indio marfil trasflora y pinta
la limpia tez con la sidonia tinta.
Suárez Miramón, Ana "Literatura, Arte y Pensamiento", pag. 172
 

sábado, 26 de octubre de 2013

Los caminos y las posadas de Francia


¡Oh cuán corrido estoy y arrepentido
de haberos alabado el tratamiento
del camino de Francia y las posadas!
Corrido de que ya por mentiroso
con razón me ternéis; arrepentido
de haber perdido tiempo en alabaros
cosa tan digna ya de vituperio,
donde no hallaréis sino mentiras,
vinos acedos, camareras feas,
varletes codiciosos, malas postas,
gran paga, poco argén, largo camino;
llegar al fin a Nápoles, no habiendo
dejado allá enterrado algún tesoro,
salvo si no decís que’s enterrado
lo que nunca se halla ni se tiene.
A mi señor Durall estrechamente
abrazá de mi parte, si pudierdes.
Doce del mes d’otubre, de la tierra
do nació el claro fuego del Petrarca
y donde están del fuego las cenizas.
Consulta la epístola íntegra en
http://cvc.cervantes.es/actcult/garcilaso/versos/epistola01.htm

domingo, 20 de octubre de 2013

Amaranta


Jacobo Sannazaro, "La Arcadia", Prosa Cuarta. Edición de Francisco Tateo, Cátedra.

Y con penetrante mirada, ora ésta ora aquélla observando, descubrí a una que entre bellas juzgué bellísima; sus cabellos estaban cubiertos con un delicado velo; sus ojos hermosos y brillantes más abajo resplandecían como si fueran claras y flameantes estrellas en el sereno y límpido cielo, el semblante algo más alargado que redondo, bellamente formado, de blancura no desagradable, sino mesurada, algo inclinado al moreno, y acompañado de un bermejo y airoso color, inundaba de placer los ojos que lo miraban; los labios superaban a las matutinas rosas; a través de ellos, cada vez que hablaba o reía, dejaba ver una pequeña parte de sus dientes, de tan rara y maravillosa hermosura, que con ninguna otra cosa, a no ser con perlas orientales, los habría sabido comparar. Luego, por el marmóreo y delicado cuello descendiendo, vi en el tierno pecho los pequeños y juveniles senos, que como dos redondos frutos bajo el finísimo vestido empujaban; entre éstos se podía ver una línea bellísima, y muy agradable de mirar, que, aunque en las secretas partes terminaba, fue motivo para hacerme pensar con más insistencia en dicha partes. Y ella, delicada y de gentil y elevada estatura, paseaba por los hermosos prados cogiendo con blanca mano las tiernas flores.


https://www.intecca.uned.es/portalavip/grabacion.php?ID_Sala=82788&ID_Grabacion=95874&hashData=725acd6a2df594fc2e7245a3e3711851&paramsToCheck=SURfR3JhYmFjaW9uLElEX1NhbGEs

domingo, 13 de octubre de 2013

Elogio de la pintura

Baltasar de Castiglione, “El Cortesano” Libro I, Cap. XI
Elogio de la pintura
El conde Ludovico de Canossa:
Verdaderamente quien no aprecia esta arte paréceme hombre fuera de toda razón, que si bien lo contemplamos, toda la fábrica de este mundo que vemos con el ancho cielo de claras estrellas lumbroso y en el medio de todo la tierra rodeada de mar, de montes, de valles, de ríos diversificada y de diversos árboles, de lindas flores, de extrañas yerbas aderezada, podemos decir que no es otra cosa sino una milagrosa y gran pintura por las manos de la natura y de Dios compuesta, la cual quien fuere para contrahacerla merecerá ser alabado de todo el mundo. Arte es ésta que no se puede llegar a saber mucho de ella sin tener noticia de muchas cosas, y si no, pruébelo quien quisiere y verlo ha. Por eso los antiguos la estimaban y hacían gran honra a los oficiales de ella; y así llegó a lo más alto de su perfección, como se puede bien conocer en los bultos antiguos de mármol y de bronce que en nuestros días se ven. Y, puesto que sea diferente la pintura de la escultura, la una y la otra nacen de una misma fuente, que es la buena traza o figura que el oficial en sí concibe para la obra que ha de hacer. Por eso, como lo de los bultos es cosa divina, así también se puede decir que lo son las pinturas, y por ventura son tanto más excelentes cuanto es mayor el artificio que en ellas cabe.


jueves, 10 de octubre de 2013

La posición de la tierra

La República, Cicerón

El sueño de Scipión
Todo lo demás que podía contemplar desde ese lugar se me mostraba con una luminosidad asombrosa. Había estrellas que nunca habíamos visto desde aquí, desde la Tierra, y de unas dimensiones como nunca habíamos sospechado que fueran; la más pequeña de éstas, que era la que estaba más alejada del cielo y más próxima a la Tierra, brillaba con luz ajena. El volumen de las estrellas superaba con facilidad la magnitud de la Tierra. Tan pequeña me pareció la Tierra que sentí una gran desilusión cuando vi que nuestro imperio no representaba más que un punto de la misma. […]



sábado, 5 de octubre de 2013

Bienvenid@s al Curso 13-14

Comienza el Curso y arranca Textos Literarios del Siglo de Oro, una asignatura común al Grado en Lengua y Literatura Española y al Grado en Historia del Arte, UNED. Espero que la selección de textos sea de tu agrado y de utilidad en el proceso de aprendizaje, y que la lectura atenta y el análisis cuidadoso de los contenidos sirvan en la consecución de los objetivos fijados en el programa del Curso. Propongo un texto a la semana para que practiques el comentario de texto siguiendo las pautas aconsejadas en la guía didáctica de la asignatura. La idea es que utilices este espacio para añadir tu comentario al texto propuesto: tu iniciativa será muy bienvenida  porque permite valorar los aciertos o errores que contiene y, al mismo tiempo, sirve de orientación a otros compañeros respecto a sus propio progreso. Bienvenid@ al Curso.