Clarín.
En un veloz caballo
—perdóname, que fuerza es el pintallo
en viniéndome a cuento—,
en quien un mapa se dibuja atento,
pues el cuerpo es la tierra,
el fuego el alma que en el pecho encierra,
la espuma el mar, el aire su suspiro,
en cuya confusión un caos admiro;
pues en el alma, espuma, cuerpo, aliento,
monstruo es de fuego, tierra, mar y viento;
de color remendado,
rucio, y a su propósito rodado,
del que bate la espuela;
que en vez de correr, vuela;
a tu presencia llega
airosa una mujer.
Segismundo.
Su luz me ciega.
Clarín.
¡Vive Dios, que es Rosaura!
Segismundo.
¡El cielo a mi presencia la restaura!
Rosaura.
Generoso Segismundo,
cuya majestad heroica
sale al día de sus hechos
de la noche de sus sombras;