domingo, 1 de noviembre de 2020

Nota sobre la Canción IV

El fragmento corresponde a la estancia cuarta de la Canción IV, la canción más larga y compleja de su producciónconsta de 16versos distribuidos en ocho estancias de veinte versos y una estancia final de nueve versos que recibe el nombre de envío. Parece que el modelo formal y temático es la Canción II de Petrarca, Del dulce tiempo de la edad primeraque está compuesta, igualmentede ocho estancias de veinte versos, siendo el décimo heptasílabo, y de un envío o tornada de nueve. 



 

La extensión y la dificultad de las estancias de la Canción IV contrastan con las estancias de las canciones primera (59 vv.)segunda (67vv.) y tercera (73 vv.) que constan de trece versos, y con las de quinta (110 vv.) que sólo tienen cinco. 

También destaca por tener un solo heptasílabo por estancia (v. 10) frente a los tres, de la primera; los ocho, de la segunda; los nueve, de la tercera; y los tresde la quinta. Esta peculiaridad no pasó inadvertida a Herrera (Obras de Garcilaso de La Vega con anotaciones de Fernando de Herrera, Sevilla, Alonso de la Barrera, 1580) 


y que pocas merecen igualdad con ella por estar toda llena de versos enteros que son los endecasílabos, porque sólo uno tiene roto en cada estancia, acrecienta más gravedad y grandeza y magnificencia. Y aunque las canciones que tienen corto sólo un verso son austeras y no agradables en el armonía, ésta no padece semejante defecto porque va templada la gravedad con tanta dulzura y belleza de la lengua y suavidad de números que alcanza todo lo que se puede desear en este género. 


Otro de sus comentaristas, Tomás Tamayo de Vargas (Garcilaso de la Vega, natural de Toledo, príncipe de los poetas castellanosMadrid, Juan Sánchez, 1612) la ponderó con estas palabras: 


La IV es tal que, a mi ver, no tienen todas las lenguas juntas cosa más culta: y así, es la primera de las obras de Garcilaso que cuando sólo quedara de tanto como tenemos que agradecer al tiempo que nos ha conservado como de qué quejarnos de él por lo que nos quitó, bastaba para la honra de un gran varón: porque si se mira la poesía, es cuidadosa; si la materia, importantísima; si la disposición, extremada; si la dificultad de la mucha filosofía que en sí encierra, reducida con suma claridad a lo que sólo el ingenio capacísimo de Garcilaso podía comprehender, no otro.” 

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